Nunca pensé en el sacrificio como algo real, siempre
deduje que era un acto de esfuerzo por mejorar cualquier tipo de situación,
estaba muy equivocada.
El verdadero sacrificio está en aquellas personas que
luchan por sus vidas o aquellas que se encuentran en una situación crítica o una enfermedad terminal, pero que a
pesar de todo no dejan de andar.
Y después están las personas que siempre lo tuvieron todo
y que de un momento a otro se encuentran en la realidad de todo acabo, como le
paso a mi familia. Y desde entonces el sacrificio se volvió real y cotidiano.
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